lunes, agosto 28, 2006

gusto


(estaba hecho bolsa, después de trabajar toda la noche del domingo y trabajar todo el lunes)
así que me di un gusto,
cancelé mis clases de la tarde
cerré mis ojos y pensé en luna imagen feliz.

fui a buscar a álvaro a su pega.
y nuevamente todo se iluminó.
con solo vernos empezamos a sonreir y a olvidarnos de los demás.
de habia cortado el pelo.
se veia muy lindo.
me di un gusto.

fuimos a nuestra nueva super picada de sushi.
saludamos a los dueños, conversamos con el chef.
nos reimos mucho, para variar, con las anécdotas de la vida.
debo confesar que una de las cosas que más amo en él,
el poder conversar...
reir con todo...
que me entienda...
y que sea algo natural.
es en esos detalles donde se nota aquello que podría asemejarse a un alma gemela.
nos dimos el gusto.

amo cuando estamos juntos
pues es una terapia de afecto
que exorciza toda la estupidez del mundo y de la gente
y me lleva a lo importante
a lo sano
a la sonrisa.

caminando,
y mientras la comunidad aplicaba el ceremonial del cafecíto,
pasamos a la librería pesada
a juguetear, mirar y conversar de los metales
cuando encontré mi piedra preciosa
dos veces perdida
pero siempre encontrada.



no lo dudé un segundo,
me di el gusto,
y agradecí a la vida
por tener un trabajo que me permitiera llevármela
y una persona a quien transmitir esa esa emoción...
en lenguaje perdido en que hemos venido quieriéndonos.

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