anoche no carretié. no salí. no tomé. no bailé. no soñé. no me entusiasmé.
sólo me acosté y pensé.
me desperté temprano.
a las 8 y algo el sol estaba en mi cara. brillante. amarillo. caluroso.
me decidí y limpié la terraza.
puse música, canté.
prendí el vh1, estaban dando un especial de baladas.
durante unos minutos me apoyé en la escoba y miré a providencia.
soñé... y limpié, y el polvo en el piso escribía zigzagueante "take my breath away", "i wanna know what love is", "against all odds"... y sonreí un buen rato.
abrí bien los ojos y ya estaba vestido, duchado y conversando con un mar de agotadores parientes en el aeropuerto.
me despedí de mi hermano y de mi papá (historia aparte).
y finalmente sonó el celular... y se quebró el hastío.
- ¿tienes algo que hacer esta tarde?
- ¡no! ¡nada!
- ¿te gustaría a acompañarme de nuevo?
- ¡sí! ¡encantado! ¡feliz!
- ¿paso por ti a las 4?
- ¡sí! encantado! ¡feliz!
- ¡nos vemos!
-¡sí! ¡nos vemos!
escapé de un almuerzo familiar (igual comí pero logré huir)
enfrenté al windows bestia
capturé un internet del cielo
traduje un iPod nano del noruego.
calmé algunas ansiedades.
y en un abrir y cerrar de sonrisas
el sol
la escoba
la mañana
y su sueño, en particular,
no se hicieron realidad.
pero podría asegurar que si sonó la misma música.
