miércoles, mayo 17, 2006

戦い


hace varios meses ya, concretamente en febrero, me hice de un tamagotchi.
un tanto incrédulo, mañoso y lleno de firewalls, no se dejó domesticar.
sin embargo no desapareció… se mantuvo en el tiempo.
ahí… nada más que “ahí”.

pero el domador no es paciente (o tiene cosas más choris que hacer)
si cuesta ser fiel a un sentimiento potente… nada puede impedir apagar (u olvidarse) de una mascota eléctrica conflictiva.

así entonces, antes de tirar la toalla hice y puse lo mejor de mí para criar a esta mascota.
con cariño, dedicación… y mucha, mucha magia.
pero firewall activado sin excepciones.
¿complicaciones?
¡¡chao!!… click en next.

con la experiencia previa de crianza, llegó a mi vida un segundo tamagotchi, que con profundo cariño y creatividad bauticé como “tamagotchi 2”.
con total docilidad se dejó criar, y desarrollar.
hasta escapó de su matriz y se vino un rato a mi mundo irreal.
después de una la felicidad de menos de un día, pero total y completa… confiado de sus poderes se me empezó a arrancar. se empezó a hacer el lindo, a escaparse de sus limites...
¿complicaciones?
¡¡chao!!… click en next.

tamagotchi 1 arrepentido, vuelve a la carga, con un sistema operativo nuevo, repleto de amor y ternura.
los últimes informes reportan una casi contundente victoria, pero en esta arena, todo puede pasar señores.

y para esparcir la emoción por doquier, y a niveles no aptos para cardíacos… nn medio de la brutal batalla de los tamagotchis…
…ha aparecido un pikachu.
la pelea es intensa, pero él no decidirá participar hasta que no haya un contendor definido.

está escrito y firmado… se nos viene el combate final.

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